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lunes, 20 de noviembre de 2017

Ambien



El Ambien es un medicamento muy efectivo para mandarte a dormir, pero es muy fácil volverte dependiente después de algunos días de uso. Una vez que empiezas a tomarlo regularmente es casi imposible poder dormir sin tomarlo. Si lo tomas por semanas, meses o años, puedes llevar a tu cuerpo a un estado de insomnio que durará semanas.

Kolodny señala que el Ambien también te pondrá más ansioso durante el día y te llevará a hacer locuras cuando crees estar dormido. Vas a tener hambre y amnesia, atacarás el refrigerador a la mitad de la madrugada y, cuando veas el desastre en la mañana, te preguntarás quién lo hizo. También ha habido muchos reportes de pacientes en Ambien que se lanzan de sus autos a la mitad de la noche y despiertan en salas de emergencia sin recuerdo alguno de lo sucedido.

Este medicamento era usado habitualmente por Heath Ledger, aunque no se encontraba en el cóctel de sustancias que lo llevaron a la muerte.

Nicotina

Una de las drogas legales más accesibles y adictivas es la nicotina. La mayoría de la gente se engancha con sólo fumar un par de veces. Muy pocas personas son capaces de fumar ocasionalmente sin volverse adictos.



Ya sea que fumes cigarrillos, puros o masques tabaco, una vez que eres adicto a la nicotina dejarla puede volverse extremadamente difícil. “Es más difícil dejar la nicotina que el alcohol”, “no deja de generar una fuerte urgencia”, dice Jane Maxwell, del Addiction Research Institute de la Universidad de Texas en Austin.

A diferencia de los alcohólicos que dejan de beber de golpe, los fumadores tienen a su alcance toda una variedad de métodos que les dan la ilusión de estar dejando el hábito, pero que pocas veces funcionan. La mayoría de los exfumadores recaen.

Esteroides anabólicos



Los esteroides anabólicos, que son variaciones sintéticas de la testosterona, son prescritos legalmente para tratar los efectos secundarios causados por bajos niveles de testosterona y para ayudar a ganar masa muscular en personas que se enfrentan a serias enfermedades como el cáncer y el SIDA. Sin embargo, son frecuentemente utilizadas por individuos sanos que quieren aumentar su volumen muscular.




Y sí, son adictivos. Los esteroides no van a elevarte, pero sí se meten con la química cerebral. Usarlos continuamente puede causar cambios continuos de ánimo, irritabilidad, paranoia y agresividad. Además, dañan los riñones, el hígado y el corazón.

Incluso si nunca has pensado en tomar esteroides, te los puedes encontrar en productos enmascarados como suplementos alimenticios.

Medicamentos para TDAH



El uso de estimulantes como el Ritalin, el Adderall o el Concerta, supuestamente usados para tratar el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, ha crecido mucho durante la última década. Estas drogas se han vuelto un grave problema, sobre todo entre preparatorianos y universitarios, porque piensan que los ayuda a estudiar mejor. Pero incluso profesionistas que nunca han sido recetados los buscan para darle un impulso extra a sus carreras.



Estos medicamentos pueden causar alucinaciones y acelerar el ritmo cardiaco, y mientras más los consumas mayores son los problemas. Tomar altas dosis por largo tiempo puede provocar fuertes efectos psicológicos como paranoia, obsesividad, insomnio y arrancarse la piel. Dejarlos es menos difícil que dejar los opiáceos o el alcohol, pero el proceso hace que la gente se deprima al punto de querer suicidarse.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Alcohol



El etanol como ingrediente activo de las bebidas alcohólicas ha sido producido y consumido por los humanos durante miles de años, en forma de fermentados y destilados; dando lugar a una enorme variedad de productos alcohólicos que forman parte de la cultura y tradición de muchos pueblos. 



Principio activo: Alcohol etílico. Características: Bebida presentada de diversos colores, graduaciones y procedencia. 

Producción: Se produce a partir de la catalización de azucares naturales presentes en los productos de los que se deriva, obtenidos por destilación y/o fermentación.

Presentación: Dependiendo del tipo puede llevar sobrenombres que se identifican con su procedencia y formas de preparación: 'chela', 'wiskacho', 'wiskola', etc. Generalmente se comercializa en botellas y latas en forma pura o combinada, con diferentes grados de pureza.


El abuso de alcohol y consumo recurrente genera dependencia, denominada de manera corriente como 'alcoholismo' con sus correlatos de tolerancia, síndrome de abstinencia y pérdida de la capacidad de auto controlarse que puede requerir atención médica inmediata.

Opiáceos



Los analgésicos opiáceos, tales como el Vicodin, el OxyContin, el Percocet y la morfina, han creado una rápida catástrofe en Estados Unidos. Las prescripciones para estos analgésicos altamente adictivos, que básicamente te dan bajas dosis de heroína, han aumentado de manera impresionante desde principios de la década del 2000.




Kolodny señala que son muy buenos para tratar fuertes dolores en el corto plazo, como romperse muchos huesos en un accidente automovilístico. Al principio causan un efecto de euforia, pero si no los dejas en los primeros días la adicción se vuelve inevitable. El cuerpo se acostumbra y ansía cantidades cada vez más grandes de opiáceos para mantener su efecto. Antes de que te des cuenta, tienes que seguir tomándolos para evitar sentirte mal físicamente, lo que los hace muy difíciles de dejar. “La gente siente que la perdición es inminente, como si fueran a perder la cabeza y pudieran morir”, señala Kolodny.

Algunas alternativas no adictivas a los opiáceos pueden ser el Ibuprofeno, el Tylenol, y el naproxeno.

Benzodiacepinas



Las benzodiacepinas, entre las que se incluyen medicamentos como el Xanax, el Klonopin y el Valium, han sido también altamente recetadas durante los últimos años. Normalmente son utilizadas para tratar ansiedad severa y ataques de pánico, pero son tomadas muchas veces por personas que realmente no las necesitan. Su efecto puede ser similar al efecto sedante el alcohol, pero con la ansiedad y la necesidad de aumentar la dosis que provocan los opiáceos.



La dependencia física es especialmente severa. Mientras que el síndrome de abstinencia de los opiáceos no amenaza tu vida, dejar las benzodiacepinas puede ser mortal. El efecto es similar a dejar el alcohol, puedes caer en estado de delirium tremens o te puede dar un paro cardiaco.

Peor aún es el efecto multiplicador que da mezclarlos con otras drogas, sobre todo con opiáceos.

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